Ayuda al Suicida

Comentarios, pensamientos, referencias, artículos magistrales, dudas, afirmaciones, sobre la prevención del suicidio, el acompañamientos a quienes sufren esta crisis, y posvención a familiares y amigos de un suicidio. Para tratar de "humanizar" con la educacíon, con conocimiento sobre el suicidio.

lunes, agosto 28, 2006

El camino de la Esperanza

“El camino de la Esperanza”

Hay situaciones en que tenemos que elaborar hechos sumamente traumatizable y a la ves trascendentes, marcando en nuestra vida en “un antes de... y un después de...” En algunos casos se sabe más el tiempo que transcurrió, desde la perdida o suceso, que el mes y día que la persona está “como viviendo”.

Las expectativas son grandes, y a la vez mágicas, buscamos analizar todo, buscamos información de todos lados, nos paralizan a la vez situaciones, lugares, personas, esperamos del otro que elabore lo suyo a nuestro ritmo o presentimos que él está parado en su duelo y nosotros lo llevamos bien. Hasta que caemos en un valle del cual no podemos huir, tomando dimensión que este camino es: único, personal e irrepetible. Y por que no, intransferible (aunque a veces hay este deseo de que sean otros lo que pasen por este camino).

Estas expectativas nos ponen en movimiento, pero a la ves ansiosos, nos impulsan hacia emociones que no siempre condicen con la realidad del suceso, si reales para nuestro cuerpo que tiene que soportar y sufrir toda clase de tormentos emocionales por expectativas irreales e incumplibles.

Las expectativas tienen que ver con situaciones puntuales, con hechos y vivencias particulares. Por ejemplo: que mi marido se ponga mejor, que mi hija visite al psicólogo, que el sacerdote me llame, que la vecina me escuche, que la policía no me vigile más, que mis síntomas cedan, que este remedio me calme, que estas gotas me curen, que este profesional me sane, que Dios me ponga en el camino las soluciones, que el grupo me haga sentir bien, que haya algo que no me haga sufrir más, y un largo etc. tan largo como expectativas hay o pueda fabricar nuestro mundo mental. Algunas visibles, otras reales y otras mágicas. Lo que sí todas generan una ansiedad intensa según la importancia que les asignemos y nos ponen en movimiento hacia el cumplimiento o no de dicha expectativa. Un futuro previsible, prevenible pero cargado de impaciencia, donde la felicidad duda de sí misma.



© Marcelo Alejandro Correa
Febrero 2004
www.ayudaalsuicida.blogspot.com